Ingredientes:
250 gr. de calabaza asada y fría
150 gr. de harina de fuerza o panadera
20 gr. de levadura fresca de panadero
Un poquito de agua para desleír la levadura.
Aceite de girasol para freír.
Preparación.
Se mezclan en un cuenco ancho la calabaza con la harina y se le añade el poquito de agua con la levadura completamente incorporada.
Mezclamos un poco con un tenedor hasta que se haga una gacha un poco sólida, pero muy pegajosa. Dejamos reposar una hora tapada con un paño.
Al cabo de una hora habrá doblado su volumen. Cogemos un cuenco pequeño y ponemos agua para mojarnos la mano libre y metemos la otra mano en el cuenco para coger puñaditos de masa.
Cogemos, estrujamos, y con la otra mano mojada metemos el dedo pulgar y le hacemos el agujero y lo transportamos como un aro hacia el aceite caliente (ver fotos más abajo). No importa, ya le cogeremos el tranquillo...
Cuándo empiecen a dorarse le damos la vuelta al buñuelo, y cuándo estén doraditos por los dos lados los vamos sacando con unas pinzas y los colocamos sobre papel absorbente.
Solo queda servir con un buen puñado de azúcar al lado para que cada comensal los reboce a su gusto.
Bones Falles!!!
